Hola a todos un domingo más:
Pasear por el Rastro es también observar a la gente que cada domingo acude a él. Hoy nos hemos dado cuenta de una realidad en la que no solemos reparar: la que viven las personas en silla de ruedas.
Pasear por el Rastro es también observar a la gente que cada domingo acude a él. Hoy nos hemos dado cuenta de una realidad en la que no solemos reparar: la que viven las personas en silla de ruedas.
En el Rastro no hay barreras arquitectónicas, puesto que se emplaza en el aparcamiento del centro comercial La Trocha. Así, si los coches pueden entrar, también las sillas de ruedas, los cochecitos de bebés... No hay obstáculo físico que nos impida acceder y disfrutar del Rastro de Coín.
En nuestro paseo de hoy, nos ha acompañado un viejo amigo que no es amante de las salidas, pero.... ha hecho una excepción con el Rastro.
En tiempos tan difíciles como los que estamos viviendo, todo el mundo insiste en que hay que apretarse el cinturón. Y los amantes del Rastro no íbamos a ser menos, pero lo vamos a hacer mucho más barato. Os venden el cinturón por dos euros y os lo ajustan gratuitamente, ¿Qué os parece?
Visitar el Rastro, conlleva acabar de esta forma: con las manos cargadas de bolsas y de los más dispares objetos. Tal y como podéis ver en la foto. Es la imagen más típica del Rastro.
Ahh...Se me olvidaban los discos de vinilo. Los hay a miles. Pero, esta es la postura que tendrás que adoptar para revisarlos, porque suelen estar en el suelo.
¿Aún no te he convencido para que vengas? Hazme un comentario para saber las cosas que más te interesaría ver y encontrar. Te estaré esperando.
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